VIENTO
Viento fuerte.
Viento intenso e insistente
que enmaraña mi ropaje como un juego.
¿Qué te pasa, viento loco? le pregono entre los dientes.
Y él se ríe a carcajadas entre la hojarasca seca
que tapiza la vereda,
mientras crepita a lo lejos el horizonte hecho un fuego.
Me despeina, me acaricia,
me acorrala entre la lluvia de
jazmines
de la entrada a nuestra casa.
Y susurra a mis oídos:
¿Es que ya me has olvidado?
Silba el viento entre las hojas,
silba loco sus pasiones.
Y tu voz se va alejando
por las nubes, por el cielo,
solapando tu reclamo.
¡Es que ya me has olvidado!
María Laura Ruggia
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