PARTIDA
Para Adela. Sube clara columna de humo, denso sendero de antigua vida que marca rumbo en el cielo humedecido por la lluvia. Sube tu cabellera de ceniza y plata, jugando a ser trenza intrincada, a ser leve sostén de tus pensamientos. Sube ondulante entre las nubes, la sombra sinuosa de tu añoso cuerpo centenario. Sube tu ser expandiéndose tras liberar sin remordimientos las ancestrales ataduras devenidas en rugosa piel civilizada. Subes hasta el punto donde el infinito se transforma en todo donde el todo se transforma en nada donde la nada te expulsa a un nuevo devenir. Y me dejas aquí, atada a tus deseos. Atada a tus delirios más humanos. Y me dejas aquí, soslayando tu destino en los mapas misteriosos de mis manos. María Laura Ruggia