LA MANCHA
Al principio era una manchita nada más. ¿Que qué es esto ma? ¿Y qué te importa a vos? Una manchita confusa que aparecía cada tanto en algún lugar del cuerpo, nada por qué preocuparse. Algo casual. Se va de un día para otro y ya . Después fue una mancha oscura, negra. Una fea marca que una simple remera con una buena manga podía tapar. Qué se yo, una mancha más, como cualquiera . Una vez la mancha fue más grande, menos sutil. Fueron necesarios varios días de maquillaje bien producido para disimularla. Viste cómo es la gente, metiche y preguntona . Un moretón oscuro que envolvía el ojo y caía en cascada hacia el pómulo. Y para colmo, día tras día fue mutando de un violáceo intenso a un verde amarillento que se extendió por todo el cachete. Sí, era fea la mancha esa, me la tuve que tapar para que mis compañeros no me estuvieran preguntado qué me había pasado. Re chusmas todos, ya sabés. Las manchas del abdomen y la espalda costaron más. Estaban fáciles de disimular con toda la