MÁSCARAS
No hay nada más indecente que ver caer las máscaras que cubrían el rostro del amor. Máscaras de papel de seda deformadas por la transpiración. Máscaras que caen rasgando la carne. Máscaras de estatuas insistiendo en quedarse ahí cumpliendo el papel de mártires donde solo hubo victimarios. Veo tus máscaras una sobre otra transfigurarse. Veo tus máscaras deslizarse por un tobogán de tiempo caer con la lluvia de otoño rodar por la hierba del patio y enredarse entre mis delirios. Veo tus máscaras al final del camino. Te digo adiós. Me despido de un rostro que no conozco y sonrío a través de mi soledad. María Laura Ruggia