EL OLVIDO
Por las calles del olvido camina sin pasión el alma mía. Luz y sombra van llevando por sinuosos laberintos nuestras manos enlazadas, esa boca apasionada, nuestras voces, nuestras risas, nuestra historia de elegidos, todo aquello que algún día fue nuestra felicidad. Precipicios traicioneros donde caen los recuerdos para nunca más volver. Solo algunas hojas secas se entretienen en mis días perseguidos por tu ausencia y las arrastra el viento sin ningún remordimiento por las calles del olvido… por las calles del ayer… María Laura Ruggia