RUTA
Transito mi camino. Transito mi destino por la ruta luminosa, esta tarde de verano ardiente. El sol de frente me encandila. Se corre al costado y vuelve según los recodos del camino. No sé si voy por la ruta o por un túnel interminable hacia quién sabe dónde. Carteles a un lado y otro me dicen qué hacer . Un camión con un mensaje: “Peligro de sobrepaso”. La vida es así, no te sobrepases porque el peligro ac echa . El cielo azul, azul intenso sin nubes a la vista, es la mejor señal. Los campos verdes, amarronados por el trigo maduro o pintados de amarillo por los girasoles que tozudamente giran buscando el sol, son mensajes de la naturaleza y su sabiduría ancestral. Allá lejos, una escuelita busca visibilidad al borde de la ruta. Los niños, como hormigas, van apareciendo de la inmensidad de los campos y sus senderos sinuosos que se recortan entre enredaderas de flores azules y pastizales desprolijos. Llegan con sus ropas humildes, algunos descalzos, cargando sus bolsas discret