UN EMPLEO HONESTO
Muchas veces acompañó a la Negra en su recorrido para aprender cada una de las técnicas que usaba para hacerse de lo ajeno sin que nadie lo notara. Su hermana era una mina con códigos: nada de armas, nada de violencia. Todo debía hacerse como en una nube, para que la víctima no se diera cuenta. “Ahí está el éxito de toda la operación y así se evitan los ‘problemas legales”. Palabras de una experta: la Negra. Ese día, Alondra salió sola. Ya tenía catorce años, pero esta era su primera vez. La mujer estaba re distraída, para qué mentir… comprando en la calle encima… Justo lo que necesitaba para su primer trabajito. ¡Tan confiada estaba, con la cartera colgando hacia atrás! ¡Nada más fácil, diría la Negra! Se le acercó sigilosamente, parecía un gato siguiendo a un pajarito desprevenido. Había practicado tantas veces con su hermana, que nada podía salirle mal. Metió la mano en el bolso y la mujer ni mu. ¡Una billetera gorda, gorda de tanta plata! ¡Eso sí que era suerte para ser s