LA FLOR
La flor cayó del libro que había escogido de la biblioteca según indicaciones de Serafín. Estaba seca y prensada. Era bella, porque era rara. Sus pétalos conservaban un color oscuro, entre gris humo y violeta apasionado.Quizás era una orquídea. La recogí con cuidado, para no dañarla y traté de guardarla nuevamente entre las hojas del libro que tenía más años que el mismísimo don Serafín. Al intentarlo, también encontré una hoja apergaminada, doblada con técnica de origami, formando un corazón. Señales de un ritual para conservar recuerdos de algún amor contundente, pensé. El ocaso borroneaba los arbustos y toda la naturaleza se hundía en un silencio espeso. Por los ventanales que daban al jardín, la magia de un rayo de luna formaba un camino hacia el firmamento. ¿Era una pista? Soy una científica, así que descreo de las manifestaciones sobrenaturales, pero mi mente está abierta a utilizar la ilusión para develar enigmas. ¿Por qué don Serafín me sugirió ese libro? ¿Por qué ins