MÁSCARAS
No
hay nada más indecente
que
ver caer las máscaras
que
cubrían el rostro
del amor.
Máscaras
de papel de seda
deformadas
por la transpiración.
Máscaras
que caen rasgando la carne.
Máscaras
de estatuas
insistiendo
en quedarse ahí
cumpliendo
el papel de mártires
donde
solo hubo victimarios.
Veo
tus máscaras una sobre otra
transfigurarse.
Veo
tus máscaras deslizarse
por
un tobogán de tiempo
caer
con la lluvia de otoño
rodar
por la hierba del patio
y
enredarse entre mis delirios.
Veo
tus máscaras
al
final del camino.
Te
digo adiós.
Me
despido de un rostro
que
no conozco
y
sonrío a través de mi soledad.
María Laura Ruggia
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