RESEÑA CRÍTICA DEL LIBRO HUELLAS DE IDENTIDAD
LIBRO: HUELLAS DE IDENTIDAD
AUTOR: NICOLÁS LEGUIZAMÓN
La identidad está constituida por una serie de rasgos
particulares que diferencian a un individuo o grupo de individuos de los demás.
Nuestra identidad individual se constituye a través de la cosmovisión e
historia propia y de la influencia que ejerce sobre nosotros el contexto donde
vivimos. Todo este conjunto de fuerzas nos moldea de tal modo que determina
nuestros gustos, necesidades, prioridades y motiva nuestras acciones.
Pero, ¿podemos encontrar en nuestra individualidad las
huellas que han forjado nuestra forma de ser como sujetos y como sociedad? ¿Podemos
recuperar el recorrido de las creencias, tradiciones, símbolos comportamientos, valores y
orgullos que
fueron cimentando lo que hoy somos y que compartimos los sanjavierinos, que nos
genera un sentimiento tan fuerte de pertenencia a nuestro suelo?
Nicolás lo ha intentado y lo ha logrado en su libro Huellas de Identidad.
Huellas de identidad es el producto de años de reflexión y recuperación de
recuerdos y anécdotas del pasado personal y comunitario de Nicolás y su familia.
Es un libro que contiene relatos que retoman su historia de vida, desde su
nacimiento en la isla Las palmas hasta su adultez en San Javier.
Un recorrido genuino, contado con la sencillez y claridad con que siempre
se expresa su autor. Su lenguaje ameno y cotidiano nos permite sumergirnos
cálidamente en sus recuerdos más queridos, que comparte de esta forma, con
todos nosotros, para que juntos resguardemos esos rasgos de identidad de la
vida costera e islera, que también nos pertenecen.
Detalles de su biografía aparecen desde el principio, contados en primera persona,
con una voz que genera un ambiente de confidencia y familiaridad en los relatos
Mis recuerdos de mi vida islera y San Javier nuevo destino.
Más adelante se explaya en caracterizar al ser islero y detallar minuciosamente
cómo era la vida en las islas para una comunidad conformada por numerosas
familias que habitaban allí. Por ejemplo, Son nuestras islas y Ser islero.
Otro relato que me gustó particularmente por las descripciones del paisaje
islero, que nos ayudan, como lectores, a sumergirnos en ese ambiente tan sereno
y natural como salvaje y peligroso es Encuentro en soledad.
Finalmente, Nicolás recupera hechos como un accidente trágico en el río o
la intrépida decisión de una familia de permanecer en una enramada en la isla
durante una larga creciente; así como las figuras de seres que con el correr
del tiempo se convirtieron en personajes característicos de nuestra ciudad y
que forman parte de nuestro imaginario popular: don Tucho, Pequeño, Dominguito,
la china Luisa, Punta Fina, Pichuco, Candecho, Chira Molina, Doña Vitoca.
Ellos son recordados con afecto por muchos de nosotros, los que ya tenemos
ciertos años acompañando la historia de nuestra tierra. Sin embargo, las
generaciones más jóvenes suelen desconocer a estos personajes e incluso los
hechos sobresalientes del pasado de nuestra comunidad. Por eso, destaco el
valor de estas Huellas de identidad que Nicolás se ha tomado el trabajo de
desandar paso a paso en un recorrido hacia el pasado, para dejarnos en un libro
un legado para todos los sanjavierinos costeros e isleros.
Por último, debo decir que, siguiendo los pasos de Nicolás por sus huellas
de identidad, me permito valorar algunos hechos que forjan la vida de las
personas y las convierten en seres que serán recordados con afecto sincero con
el paso del tiempo, por su calidad humana y su compromiso social.
Uno, es la importancia de la educación sistemática en todos los niveles.
Impacta la idea de cómo dos muchachas que le enseñaron a un niño pequeño las
primeras letras pudieron influir tanto en el desarrollo futuro de su educación.
Otro, el valor de la familia y la preocupación de los padres por generar
mejores situaciones de vida para sus hijos. La decisión del padre de Nicolás de
abandonar la vida islera para que sus hijos pudieran ir a la escuela cambió
totalmente el destino de la familia y su descendencia.
Un paso más, es la fuerza de la naturaleza islera, de –como dice Nicolás–
“esa inhóspita maraña de verde pintada” llena de recónditos secretos; la
potencia de ese río con sus enmarañados arroyos y los albardones que dejan
marcas en quienes allí habitan conformando una identidad individual y social
tan particular.
Otra huella que quedará marcada en la historia de la familia de Nicolás Leguizamón y que sus descendientes recordarán con orgullo, es el compromiso que su experiencia de vida generó en él hacia la educación. Esta marca del destino lo llevó a superar sus propios límites siendo maestro de grado, profesor de nivel medio y director de una institución secundaria. Además de, y quizás su mayor orgullo, haber sido el creador de una escuela en la Isla Las Palmas para que las familias isleras puedan asegurar la educación primaria de sus hijos sin desarraigarse y haber participado en la gestión y creación de una escuela primaria en Colonia Criolla y una escuela primaria para adultos en San Javier.
Hace unos días leí una frase de Walt Whitman que dice: “Camarada, esto no es un libro; quien vuelve sus páginas toca un hombre”. Parafraseando a este poeta, puedo decir: Huellas de identidad no es un libro, quien recorra sus páginas tocará el alma de Nicolás.
Pueden leer
Huellas de identidad, de Nicolás Leguizamón siguiendo este enlace:
https://www.amsafe.org.ar/wp-content/uploads/2025/02/Libro-Huella-de-Identidad-Nicolas-Legizamon.pdf
María Laura Ruggia
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