Ardiente herida florece en mi boca si tu nombre se desliza sobre mi lengua que sorbió los dulzores de tus labios. Y escupo tu nombre sobre la hierba fresca sobre un rostro oculto detrás de esa sombra helada. Un eco retumba entre las cuatro paredes de este cuarto iluminado por las luces indiscretas de la calle. Retumba a mi lado y no sé si es tu voz que me llama alucinando mundos donde la palabra no existe o es el murmullo de mi cuerpo tembloroso sucumbiendo al éxtasis del placer que se abre camino en los profundos abismos de mi sexo. Mi piel apenas acostumbrada a tu ausencia se tensa en la espera de tus caricias y siento correr por mis poros un dolor impune que quema carcome destruye la alegría del gozo y diluye los placeres hasta hacerlos desaparecer. Es tarde la luna crece blanca desde el horizonte deslumbrando a las ranas que lloran en las orillas del río apacible donde te retiene la eternidad. Ardiente herida florece en mi boca y sangra sangra dulce agonía so...
LIBRO: H UELLAS DE IDENTIDAD AUTOR: NICOLÁS LEGUIZAMÓN La identidad está constituida por una serie de rasgos particulares que diferencian a un individuo o grupo de individuos de los demás. Nuestra identidad individual se constituye a través de la cosmovisión e historia propia y de la influencia que ejerce sobre nosotros el contexto donde vivimos. Todo este conjunto de fuerzas nos moldea de tal modo que determina nuestros gustos, necesidades, prioridades y motiva nuestras acciones. Pero, ¿podemos encontrar en nuestra individualidad las huellas que han forjado nuestra forma de ser como sujetos y como sociedad? ¿Podemos recuperar el recorrido de las creencias, tradiciones, símbolos comportamientos, valores y orgullos que fueron cimentando lo que hoy somos y que compartimos los sanjavierinos, que nos genera un sentimiento tan fuerte de pertenencia a nuestro suelo? Nicolás lo ha intentado y lo ha logrado en su libro Huellas de Identidad. Huellas de identidad e...
Ella mira el río. El agua está calma y calma se desliza arrastrando con su ritmo el limo y los sedimentos. Todo lo lleva la corriente incansable por los recovecos de las barrancas y la sutil indolencia de las playas. Allá lejos, el misterio. La verde soledad enmarañada de las islas. La naturaleza se despereza eterna cada mañana en la plateada exuberancia de las olas que brillan con el sol y suspenden la quietud aleteando manantiales. Se arrodilla en el borde de su mundo y el mío. Los tiempos remotos se reflejan en el espejo del río. Fue ayer cuando esas aguas la llevaron hasta lo profundo de la historia. Fue ayer cuando su sangre mocoví corrió por este cauce enrojeciendo las escamas de los peces que acompañaron su cuerpo herido. Fue ayer cuando su fiel sabiduría su propia identidad, su nativo legado se diluyeron en el agua de la indiferencia y la condenaron al olvido. La vida pasa ...
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