¿CÓMO APRENDIÓ A ESCRIBIR MÁXIMO GORKI?



Hace mucho tiempo,  leí  el libro  “Cómo aprendí a escribir”, de Máximo Gorki, uno de los más grandes escritores de la humanidad.  En él, reflexiona sobre los motivos que lo llevaron a ser un escritor  y el origen de lo que luego volcaría en sus magníficas obras,  ofreciendo así, a quienes quieren aventurarse en la tarea de escribir,  un mensaje que reconforta y conmueve.
Gorki sostiene que la ciencia y la literatura tienen mucho en común ya que ambas necesitan por un lado, de la comparación y el estudio y por otro de la imaginación y la intuición.  Los
científicos se valen de la imaginación y la intuición para llenar los huecos desconocidos en la cadena de los hechos, para crear hipótesis y teorías que guían sus investigaciones con mayor o menor éxito, creando cultura.  El arte de la creación literaria también toma elementos de la realidad y “compone  cosas” con la imaginación y la intuición.
Sobre la creación literaria, expresa: “Cuando un escritor describe a un comerciante, a un funcionario o a un obrero conocido por él, hace simplemente una semblanza más o menos justa de un individuo (…) Pero si un escritor es capaz de extraer de veinte, cincuenta o cien comerciantes, funcionarios u obreros, los rasgos, hábitos, gustos, gestos, creencias y modales característicos, típicos de ellos como clase y si puede dar vida a estos rasgos en un solo comerciante, funcionario y obrero, habrá creado un tipo y su obra será una obra de arte.”
Pero, ¿de dónde obtiene quien tiene el deseo de escribir, el material para llegar a crear una simple semblanza o un tipo literario transformado en arte?  De la riqueza de su experiencia de vida y de su capacidad para trascender su actitud personal y subjetiva de los hechos, en principio. Y de los libros como experiencia leída, para continuar. Y en este sentido, no es él el único escritor que manifiesta ser antes que nada, un gran lector; también lo han hecho por ejemplo, Borges y Cortázar entre tantos otros.
Cuando Máximo Gorki indaga entre sus corresponsales para saber por qué surge el deseo de escribir, obtiene dos respuestas: por la impresión que ejercía sobre una persona una “vida de pobreza y tristeza”  y  porque la persona “tenía tantas impresiones que no podía dejar de escribir.”  La primera se relaciona con la idea romántica de embellecer, por medio de la imaginación, una vida miserable y la segunda con la idea realista de contar toda la riqueza de experiencias vividas.
Él concluye que aprendió a escribir de sus impresiones de vida y de los libros, porque comprobó que los libros –especialmente los de literatura francesa- eran capaces de revelarle algo que él no había advertido antes sobre alguien a quien conocía o sobre lo que había vivido. En relación con esto, da muchos ejemplos de cómo influyeron en su producción literaria, los acontecimientos reales de su época, las personas que conoció y la lectura de grandes obras de autores rusos y extranjeros. En uno de ellos explica que su abuelo era áspero y avaro pero que él recién lo percibió así después de leer Eugenia Grandet, de Balzac.
Gorki recuerda a los jóvenes –y a quienes quieren escribir-  que todas las cosas realmente valiosas que ha producido la humanidad en la ciencia, arte y técnica, han sido creadas en condiciones difíciles, en medio de la indiferencia de la sociedad, de la resistencia de la iglesia, el egoísmo del capitalismo y las exigencias de los mecenas de turno.  Y que en general fueron hechas por seres que trabajaban sin disponer de los recursos del conocimiento y las facilidades de la técnica que tenemos en nuestros días. Se refería a su época, pero su reflexión y sus consejos bien se adaptan a la nuestra también.
Finalmente, destaca la importancia de la lectura y de los libros, ya que para él, literatura y vida se habían fundido en una sola cosa “el libro, realidad viviente y parlante”. Y resalta la función del escritor,  que “es el vocero emocional de su país y de su clase, es su oído, sus ojos y su corazón; es la voz de su época.  Debe saber tanto como sea posible y cuanto mejor conozca el pasado, mejor entenderá su propio tiempo, más fuerte y profundamente percibirá el carácter universalmente revolucionario de su época y el alcance de sus tareas”.
Esta breve reseña de mi lectura de la obra es insuficiente. Para quienes escriben o tienen intenciones de dedicarse a esta tarea, “Cómo aprendí a escribir” de Máximo Gorki, es un libro que disfrutarán leer con mayor detenimiento, pues este magnífico escritor, con gran humildad, nos dejó este importante legado contándonos su experiencia,  para estimularnos a tomar la palabra y echarla a rodar.

El libro que yo leí, está en la biblioteca de la Escuela de Educación Secundaria Orientada Nº 242, Manuel Belgrano.
Obra: Cómo aprendí a escribir.
Autor: Máximo Gorki
Ediciones Siglo Veinte
Mayo de 1959
Bs. As.







Comentarios

Entradas populares de este blog

SIGNOS ORTOGRÁFICOS: LA RAYA

ETERNIDAD

AMANTE